Resulta sorprendente que en una era tan digitalizada como la actual, donde las nuevas tecnologías forman parte casi de cada momento de nuestro día a día, todavía la mitad de las empresas españolas no hayan dado el paso hacia la transformación digital. Es cierto que la mayoría de las empresas son conscientes de la importancia de adaptarse a lo digital, pero de ellas, la mayor parte se encuentra todavíadando los primeros pasos, descubriendo nuevas herramientas y poniéndose al día en lo que respecta a los conocimientos en este terreno. Es lo que se desprende de un estudio llevado a cabo recientemente por la Escuela de Negocios IEBS, que ha realizado un cuestionario entre 5.000 empresas del país procedentes de diferentes sectores.
No cabe duda de que la transformación digital ha traído consigo un gran cambio en el mundo empresarial, despertando en las distintas organizaciones la necesidad de ser competitivas en términos de innovación y digitales con el objetivo de adaptar su modelo de negocio a las costumbres y hábitos de los consumidores de hoy en día.
Sin embargo, todavía no se están aprovechando al máximo todas las herramientas y posibilidades que nos brindan las nuevas tencologías y tampoco se están implementando en todas las áreas de la empresa.
Las empresas deben empezar a ser conscientes de que su éxito y supervivencia depende en gran medida de apostar por un cambio en la cultura del negocio, transformándola desde una perspectiva digital. Lo cual pasa por la implantación de herramientas digitales y de formar al personal para que aprenda a usarlas y sacarles el mayor provecho, convirtiéndolas en las protagonistas de la empresa.
Gracias ello, es posible no solamente conseguir una mejor gestión y funcionamiento de la empresa, sino que además puede ahorrararse mucho dinero en la mecanización de tareas que pueden realizarse de forma automática e invertir menos tiempo. Pero además, las nuevas tecnologías son una herramienta muy potente para promocionar la marca y sus productos y llegar a los consumidores. Muy útiles para desarrollar nuemerosas estrategias que pueden ayudarnos a atraer clientes y a aumentar las ventas del negocio. Por todo ello, resulta evidente que la digitalización ya no es una opción, sino una obligación para garantizar nuestra supervivencia de cara al futuro.